jueves, 9 de agosto de 2012

Enejota.


Te comparo con un monstruo, eso no habla muy bien de vos, no? Te comparo con ellos. Monstruos. Pero se que sos humano, se que sentís, se que me querés, no me defraudes. El primer paso sería admitirlo. Yo lo hice,  ¿Y vos?. Aceptá tu problema, después dejame ayudarte.
Tengo miedo de que seas uno mas, no puedo permitir que eso suceda. Te voy a ayudar, voy a seguir con esto; si vos me necesitas yo quiero necesitarte. Pero no al que choca su puño contra mi cara, no quiero a ese. Yo quiero al que me abraza todas las mañanas. Al que me besa la frente y me dice que me quiere mientras yo finjo estar dormida para no interrumpir ese rito que se sigue repitiendo. 
Mientras se repita, creo que hay esperanzas.
No solo salen de tu boca esas palabras que solo hieren. No, también salen las mas hermosas. Y tus acciones... tus acciones no son solo herir, también sanas y llorás cuando no logras eso. No sos un monstruo, al menos no siempre. Puedo aceptar tu mitad difícil, puedo ser la mas altruista y puedo seguir queriéndote. Pero si podes cambiar ¿por qué conformarse con un 50%?. Podes ser un 100.
Todavía tus abrazos me calman y todavía tus besos me marean. Todavía hay cosas que no dejan de sentirse en el alma.
Si prometiste ser siempre un hombre, y yo nada mas necesito, sé uno de verdad.
Mientras tanto, puedo ser solo un cuerpo cuando el otro aparece, puedo ser una bolsa de boxeo, puedo ser lo que necesites para tener paz, pero no por siempre por favor, no dejes que te quiten al que sí tiene corazón. No dejes de quererme por siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario