viernes, 6 de julio de 2012

p t y

Me marea. Jamás lograré entender por completo los por qués, darle algún sentido coherente a tantas tormentas seguidas. Me parece una burla, quizás mi idea fatalista no es tan errada; quizás soy solo un juguete de Dios, o de la naturaleza, o de alguna cosa superior. Me marea, yo ni siquiera creo en Dios, y acá lo estoy nombrando como si tuviera cereza absoluta de su existencia, pero ¿qué mas puede ser? mi visión no ha dejado de ser siempre privada de mirar hacia el futuro, de planear, de extenderme a más de cinco años después del aquí y ahora, qué locura. No puedo tampoco pensar que sea coincidencia, lo taché de la lista de opciones, aunque sí fui justificando muchas cosas, pero cuanto más podía explicar, mas cosas inexplicables aparecían. Inexplicables, sin jusificación alguna, sin coherencia. Sólo un juguete, un juguete. Hasta la matrix tiene mas coherencia, y cómo no hablar del destino, esa palabra no podía dejarla afuera, mi destino ha sido siempre caer y levantarme, y caer, y avanzar, y retroceder, y caer otra vez. quiero saber adónde voy a llegar, adónde voa llegar después de todo estoaún más, si voy a significar algo para alguien y si mi existencia tendrá valor alguno cuando haya muerto. Y aunque todas mis dudas me parezcan terribles también me parecen muhumanas y más normales que cualquier cosa en mi vida, e incluso me hacen sentir bien pensar que no soy el monstruo que aveces creo ser y que aveces creo ver en mi. Me marea.

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